La amabilidad del personal, la decoración cuidada, la atención al detalle fue excepcional.

Un refugio de tranquilidad rural

El lugar es un paraíso de paz. La atención fue excepcional, con personal siempre dispuesto a ayudar. Los jardines ofrecen una vista hermosa, perfecta para relajarse después de un largo día.

La señalización para llegar al hotel podría ser mejor. nos costó un poco encontrarlo. Puede que los días fríos requieran más calefacción en las habitaciones, aunque el personal se preocupó por ello.

una experiencia encantadora pero con algunos detalles a mejorar

La atención del personal fue realmente excepcional, siempre dispuestos a ayudar y hacer que nuestra estancia fuera más cómoda. Además, el desayuno fue un verdadero deleite con productos frescos y locales que elevan la experiencia culinaria. La vista desde el jardín era impresionante, con un paisaje natural que invita a la calma.

El acceso al hotel no está bien señalizado, lo que puede dificultar un poco la llegada.

Habitaciones amplias y cómodas, ambiente artístico único, servicio de taxi gratuito al Camino Inglés.

El ruido del tráfico al lado es insoportable, sobre todo por la mañana!!! Además, la escasez de estacionamiento puede ser un verdadero dolor si viajas en grupo. falta señalización adecuada para encontrar el lugar.

no hay nevera en la habitacion, muy decepcionante, especialmente por el precio. además, el estacionamiento es un verdadero dolor de cabeza y no hay señales adecuadas! pensé que al menos recibiría una atención especial, pero parece que aquí todos son iguales, casi escribo una buena reseña, pero no pude.

Decoración exquisita
Atención excepcional
Comida deliciosa

Difícil acceso
Señalización pobre

acercamiento a atracciones y espacios verdes encantadores

Durante mi estancia, aprecié la amabilidad del personal y la hermosa decoración del lugar, además, la ubicación es perfecta para explorar lugares emblemáticos como la Iglesia de San Francisco y el Parque el Pasatiempo, ambos a menos de 10 minutos a pie, lo que hizo mis paseos por la ciudad aún más especiales.

una experiencia mágica con transporte gratuito al camino mientras disfrutas de un paisaje tranquilizador

Rectoral de Cines es un lugar increíble al que volvería con gusto. La calidez de María y Luis te hace sentir como en casa. Las habitaciones son cómodas, con una decoración encantadora y un ambiente sereno. Además, ¡el jardín proporciona un espacio ideal para relajarse después de un día de caminata! La comida es para morirse de buena, especialmente el desayuno con ingredientes frescos locales. Realmente, fue una estancia para recordar.

la atención de los empleados fue excepcional y la comida con productos km 0, estaba deliciosa. el entorno es hermoso, ideal para desconectar.

falta una nevera en la habitación.

En Rectoral de Cines, me sentí como un rey en su castillo rural. Las habitaciones tenían suelos de madera que eran más acogedores que un abrazo cálido en un día frío. Además, la comida en el restaurante fue un festín gallego. el marisco fresco y el pollo al vino fueron como un viaje culinario por la costa.

Poca señalización

La comida fue simplemente espectacular, con un desayuno que incluía ensalada de frutas y una variedad de embutidos. Deberían tener más opciones de estacionamiento, pero fue una estancia mágica. 😊

La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar en lo que necesitábamos. La decoración del lugar es realmente cuidada, cada rincón tiene un detalle artístico que lo hace único. La comida fue toda una experiencia, especialmente el desayuno que incluía productos frescos y locales, y la cena fue un festín de sabores. Nos encantó la tranquilidad del entorno, se respiraba paz en cada momento.

La señalización para llegar al hotel podría ser mejor, ya que nos costó un poco encontrarlo. La habitación estuvo un poco fría durante nuestra estancia, aunque la calefacción se arregló por la noche.

Me encantó la decoración exquisita, aunque la habitación a veces estuvo fría.